EL OUTSOURCING DE LOS HOSPITALES PUBLICOS – ESES COMO SOLUCION A SUS CRISIS

Si medimos los resultados del pago de la deuda social en salud a los más pobres y vulnerables que son la mayoría de la población colombiana,  que más necesita de los servicios de salud y registran un perfil epidemiológico territorial preocupante, crítico y sin transición de metas de salud positiva a la vista;  vemos que el débito social es  recurrente y con tendencias a acostumbrarnos que al tocar fondo en un estado de salud fallido, las imprecisas y diferentes soluciones de más de lo mismo, son  paños de agua tibia, que no solo mantienen el statu quo del panorama desolador para los de ruana y de menos oportunidades; sino  que estas mayorías que generan poder electoral y  poder de manejo estatal sectorial, les dan como premio, un derecho a la salud demagógico, basado en el incumplimiento cotidiano de un servicio digno y son tan descarados los que defienden el sistema que justifican procesos viables de salud aislado en estudios de casos puntuales;  ya que en la praxis no  se avizora que los principios del Sistema se irriguen a darle capacidad de respuesta efectiva al conglomerado social que lo reclama.

 

Contrario Sensu; la respuesta a estos reclamos de justicia social en salud, son los bolsillos llenos de los que han negociado,  combinando  todos los atajos, los recursos de la salud de las instituciones dadas a manejar;  en un esquema de aseguramiento del sistema general de seguridad social en salud cada día más monopólico y perverso; haciendo la salvedad del  respeto que se merecen,  los que hacen su tarea honesta y sin perversidades,  que no pasan de contarlos con los dedos de la mano  hoy en día.

 

A estas alturas de los sucesos y ejecutorias de más de 22 años de un vaivén de políticas de salud desacertadas las mayorías, repetitivas las otras e improvisadas una importante cantidad por intereses grupales y particulares sobre el interés general; donde el mercado que no es ético nunca.  Sigue asignando  los recursos, se entiende  la necesidad de una  solución integral de un hombre saludable intra y extra sector en lo teórico. También reconocemos que  muchas de estas estrategias importantes están bien diseñadas, pero en lo práctico, un  acumulado de problemas biopsicosociales no permiten que afloren a corto plazo estilos de vida saludables e indicadores de morbimortalidad evitables que construyan regiones saludables; ya que a pesar de reconocidos esfuerzos en las distintas áreas de gestión sanitarias;  el redirecionamiento constante de las rutas de soluciones,  no visualiza que una de las instituciones de más alto sentido social en salud,  como son los hospitales públicos ESES, no alcancen una autosostenibilidad operativa, administrativa y financiera,  que les permita cumplir su labor misional en su nivel de complejidad,  donde el foco central sea el paciente.

 

Por ello,  la Gestión de los Hospitales Públicos – ESES de nuestro país, al balancearla en la  encrucijada de destinos de la  dialéctica de la construcción del postconflicto para la paz,  por la que atraviesa la nación,   plasmada en el Plan Nacional de Desarrollo “Todos Por un Nuevo País” de Equidad, Paz y Educación;  la búsqueda de una  ruta correcta de la igualdad en Un Modelo de Salud con denominaciones de PAIS, MIAS y RIAS, es consciente,  que  la prestación de los servicios de salud como derecho debe ser la humanización para volver a creer y generar confianza; pero  el ciclo vital de los acontecimientos y el movimiento de los actores prima en su concepto de negocios, que los resultados de improductividad, no competitividad, insostenibilidad y mala capacidad de maniobra de recursos financieros con Índices de riesgo medio y alto; cuando no se plasma en un programa de saneamiento fiscal y financiero, en un Plan de Desempeño de la Supersalud, en un acuerdo de reestructuración de sus pasivos, en una intervención forzosa administrativa o en definitiva en su liquidación al final; una de las decisiones que se ha vuelto común y ya se han constituidos grupos de comerciantes de la salud  para el efecto;  es la de otorgar por parte de sus juntas directivas,  dar en Outsourcing la prestación de los servicios de salud a los que no nos oponemos,  siempre y cuando el remedio no sea peor que la enfermedad y garantice que dichos hospitales públicos  se vuelven  a colocar en condiciones de cumplir su objeto social.   

 

Para sustentar lo anterior en el proceso de alianza público- privada o publico – publico de nuestros hospitales – empresas sociales del estado, reconocemos  que existen aliados  que generan cadena de valor hospitalaria y el pago que le dan los gerentes que sin fiducia en el manejo de  los recursos que le pertenecen a estos aliados en el recaudo y reconocimiento de sus actividades misionales, su función en muchos casos ha sido  desviárselos para otros menesteres;  hasta ponerlos en una posición de quiebra y contradicción jurídica para hacer respetar sus intereses; pero la constante de otros que se prestan al interior de los hospitales públicos para asociarse con fines de monopolio y posición dominante territorial,  con figuras jurídicas perversas para sortear la llamada integración vertical del sistema, además de que hacen gestión deplorable en algunos hospitales con esta figura hasta tener que cancelarles el contrato y al mismo tiempo en otros lares les otorgan en mejores condiciones el mismo  contrato  por una cantidad de años significativos como premio, igualmente muchos no se comprometen con los indicadores trazadores, ni los resultados de buenas prácticas de seguridad del paciente; el cumplimiento de calidad observada y deseada y la calidad del servicio  y la peor practica insegura en estos últimos tiempos es dar en Outsourcing un hospital público sin riesgo de primer nivel de atención por parte de junta directiva, solo con la cedula y unión temporal de los aliados en una habilidad onerosa para explotar la ESE sin poner cinco centavos, trabajando con la misma planta de personal y haciendo gestión con los mismos recursos que se ganan por el negocio y lo más aberrante, la expedición de CDP de vigencias futuras que suman los presupuestos de 20 años, eso ya es el apaga y vámonos del asalto a las instituciones públicas, ojala estos esperpentos se reviertan donde quiera que se produzcan en la geografía nacional;  para beneficio y la paz social que debe reinar en estas instituciones tan sentidas por la comunidad beneficiaria de sus servicios. 

 

Como todos somos responsables por acción o por omisión y no vamos a tirar la primera piedra de lo impoluto en salud;  es menester rectificar y todavía hay tiempo,  para que coexistan procesos de gerencia con aliados democráticos de Outsourcing de los hospitales públicos,  con cadena de valor social en negociaciones justas y no negociados que desvían el propósito de la misión social de los hospitales  que conforman la red pública prestadora de servicios de salud en cada área de gestión sanitaria; por ello, llegó la hora de reglamentar y fijar reglas de juego Claras para las alianzas público- privadas de los portafolios de servicios de los hospitales públicos - ESES,  para lo cual nos permitimos dar nuestro aporte; para que se tengan en cuenta una serie de criterios que a nuestro juicio contribuyen a una mejor ruta de su autosostenibilidad donde el ganador ideal sea el usuario/paciente/ cliente así:

 

  • Determinar en forma clara y precisa el tipo, característica y funcionalidad  de la responsabilidad del servicio del contrato de alianza publico privada que se efectúa ya sea como Outsourcing; externalización; administración delegada; tercerización de servicios; contrato de asociación; concesión; clase de riesgo compartido; con CTA; mediante bolsa de empleo; contrato sindical o de gremios de la salud.
  • Indicar  con criterios técnico – jurídicos el plan de negocios del contrato de Outsourcing y la compatibilización de intereses de los actores involucrados en los procesos de alianza público – privada
  • Precisar los requisitos  de los aliados a cumplir  en las condiciones técnico científicas de la dinámica de la atención en salud, en el SOGCS, con sus garantías clínico asistenciales, administrativas, financieras y logísticas
  • Garantizar la no existencia de detrimento patrimonial para las partes, los beneficios de cada parte del negocio y las garantías y contingencias para los usuarios de los servicios tercerizados
  • Balancear las autonomías operativas, administrativas y financieras mediante compensaciones por igual aportes, igual compromiso, resultados de la gestión conjunta, respeto jurídico empresarial y técnico de las partes
  • Dinamizar mecanismos conjunto de actuación entre los funcionarios de cada una de las partes, que cumpla con la integración funcional de servicios
  • Fijar responsabilidades expresas en términos de la función de mercadeo, producción de servicios, procesos y procedimientos administrativos, SOGCS., Recurso Humano, gestión gerencial, responsabilidad como función pública; seguridad del paciente y gestión financiera.
  • Determinar las contribuciones de los reportes, el sistema de información en salud, los indicadores trazadores y de gestión.

 

Con estos insumos iniciales invitamos a que los actores responsables de emitir dicho acto administrativo, a que convoquen para el debate y la justeza de la labor de  alianza estratégica,  que es menester implementar en nuestros hospitales públicos – ESES.

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